Historias de amor, aventuras,
personas, objetos y animales que sonríen, cantan y nos cuentan sus historias a
través de los clásicos de Disney, se han hecho presentes en todas las
generaciones desde 1937 hasta nuestros días. Muchos de nosotros nos sentimos
identificados con estos dibujos animados: yo personalmente, con La Sirenita, me
encanta por su valiente historia de amor y personajes impresionantes, capaces
de hacerte entender la diversidad de culturas y sentimientos en un mundo irreal
y fantasioso.
Considero que las personas no
somos iguales ni tenemos por qué serlo, ya que desde pequeños desarrollamos
nuestra personalidad, lo que nos hace únicos y genuinos entre los demás… ¡Por supuesto
que tenemos que sobresalir o ser buenos en algo! pero el no ser perfecto
físicamente no quiere decir que no podamos triunfar ni que tengamos que
sentirnos inferiores.
En general, los niños por su edad
no lo comprenden, y asumen, al exponerse a estos mensajes y crecer con ellos, que
se trata de lo correcto, momento en el cual los padres o personas adultas que
estén alrededor de los niños deben convertirse en participantes activos para
enseñar y transmitir objetividad, y que no sólo se trata del físico.
Muchas veces me preguntan y me
pregunto: ¿Por qué tienen esa actitud ante esa situación? He reflexionado, y
según mi sentido común y experiencia en el campo de la educación infantil,
pienso que los niños son el reflejo de donde son criados, es decir, son el
reflejo de sus padres y familiares siendo esta la principal influencia en su
desarrollo. Si el niño se desenvuelve en un espacio donde el respeto es parte
fundamental de su educación, actúa con sus semejantes con ese mismo respeto; en
cambio, si el niño se desenvuelve en un ambiente donde el respeto no existe, le
costará respetar a sus semejantes. Es triste, pero ocurre, ya que como dije antes, no todos somos
perfectos ni tenemos por qué serlo, pero sí considero que debemos tener límites
y no porque lo establezcan leyes, ni normas, ni películas de Disney; sino por
nuestro sentido común, valores, educación y principios.